La “CASI” epopeyica noche de Ustari
El pasado sábado en la cancha de
un estadio Jalisco pletórico y ante alrededor de 50 mil almas presentes en el
inmueble de la colonia Independencia se resaltó el debut de Oscar Ustari para
resguardar el arco rojinegro, en una posición que a mi parecer adolecemos de
una figura que imponga seguridad desde hace alrededor de una década cuando
Jesús Corona era el encargado de defender dicha posición. El Jalisco era
poseedor de una atmósfera que el torneo anterior pareció haber olvidado, pero
la amnesia desapareció y volvimos a ser testigos de un atlas que navega con la
bandera de la adrenalina a cuestas, donde el recién llegado Ustari con un par
de intervenciones parecía erigirse heroicamente en una batalla que acariciaba
tintes de una epopeya.
Hablemos del juego, el partido
puede ser catalogado como uno de esos que comúnmente son denominados de “un
tiempo para cada escuadra”, si bien en el primer tiempo atlas se puso adelante
tempranamente también habrá que decir que gran parte de los primeros 45 minutos
fueron de padecimiento ante los constantes embates de los universitarios,
Ustari comenzaba a levantar la mano como figura de la noche, y el poste
reaparecía como hace un par de años. Tal parece que con la ausencia de Márquez,
Gustavo Costas percibe un tanto susceptible la parte baja del equipo y se ha
limitado desde mi parecer a amontonar jugadores, pues en ocasiones pareciera
que existe cierta confusión que se materializa en amontonamiento en zona
defensiva, lo anterior lo atribuyo a la decisión de mandar a “tata” González a
ocupar la lateral dejando un vacío en la recuperación del medio campo, y es que
parte del padecimiento se reflejó en la nula posesión de balón en la primera
mitad, no obstante a terminar con la ventaja a favor.
La segunda mitad fue contrastante
con la primera y trajo consigo al atlas que nos gusta, al atlas de la gente, el
atlas que no nos hizo esperar más de dos minutos para llegar con peligro a la
puerta de Palacios (que siempre es un gusto tenerlo de rival), pasaban los
minutos de la mano de constantes jugadas terminadas por el rojinegro, los
papeles se invertían, la cancha se inclinaba, y la esférica se negaba a visitar
la malla de la portería del lado norte haciendo valer su mote de “la caprichosa”,
el tiempo pasaba con un atlas que ya sin tanta llegada pero sin padecer peligro
en terreno propio pero manteniendo la intensidad se avecinaba a una victoria
nuevamente en casa, sin embargo los minutos finales fueron los portadores de un
par de jugadas que marcarían el destino final y la CASI victoria rojinegra,
iniciando la compensación se marcó una pena máxima en favor del rival que no
sirvió más que para encumbrar la figura de Ustari, un debut de los llamados “soñados”
que inmediatamente después se desvanecía con el gol del empate producto de la
desatención en la marca y sobretodo del cuerpo de árbitros para arrebatarnos
tres puntos de nuestro haber, echando a perder “la CASI epopeya de Ustari”.
A pesar de todo, las almas que
poblaban el Jalisco proyectaban la alegría que brinda saber que está de vuelta
nuestro titán surgido de la mitología griega, nuestro titán rojinegro volvió a batirse
en el terreno tinto en sangre, con la manos calientes, esta vez de manera
inversa pero “A LO ATLAS”, otra vez y
por los siglos.
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