Sociedades automatizadas y parados crónicos
Son estos últimos años en los que
el desempleo y las estadísticas que derivan de él abarrotan las columnas de los
diarios, en la presente era en que pareciese que de manera casi unánime se ha
asumido la idea de ser parte de la cadena del trabajo asalariado. Por otro
lado, si bien la industrialización, los constantes cambios y adelantos
tecnológicos indudablemente ayudan a crear condiciones para producir diversas
necesidades con mayor calidad y de forma simultánea la desregulación de dicha
industrialización exponencial, es decir, no programada, trae consigo
problemáticas sociales que se nos presentan como desafíos actuales.
Marcuse en “el hombre
unidimensional” plantea que el desarrollo de la industrialización alcanzará
niveles en que el hombre se liberará del desgaste físico dentro de los procesos
de producción, hasta aquí pareciera que se da respuesta a una de las tantas
utopías que persigue la humanidad, sin embargo se olvida del factor de la
propiedad privada en el cual se fundamenta el capital, y por ende poseedor de
dicha industrialización.
Ahora, los parados o desempleados
se han vuelto un problema crónico en las sociedades modernas, al ser el medio
hegemónico a través del cual se tiene acceso para la satisfacción de
necesidades (más allá de si se trate o no de necesidades superfluas) en la
economía de mercado, dicha problemática parece tener una relación directa en la
búsqueda constante por parte de los empresarios de incrementar la utilidad, haciendo
uso desmedido de la implementación de procesos automatizados en pro de una
mayor producción, ante ello de manera personal me parece que como sociedad nos
hemos desligado de la finalidad prioritaria a que deben corresponder los
avances científicos dentro de los sectores productivos, los cuales deben dar
prioridad a la respuesta de factores cualitativos con los cuales mejorar la
calidad de los insumos humanos con miras a dignificar la calidad de vida.
Así mismo, con la finalidad de
incrementar la utilidad, los propietarios no desaprovechan cualquier
oportunidad para introducir maquinaria automatizada, ante ello se vuelve
innecesaria la presencia de obreros dentro de la industria, cada vez es más
común ver menor cantidad de operarios dentro de una línea de producción, dando
pie a una nueva discusión, misma en que si bien la conclusión es que definitivamente
el trabajo asalariado no es una condición natural o única del trabajo, también es cierto que
las condiciones presentes dificultan la existencia de alternativas para llevarlo
a cabo de otra forma.
2.-
Una vez más se vuelve
indispensable la intervención del estado, un estado sólido que responda a los
requerimientos de las mayorías, que con la mínima calidad y sensibilidad humana
garantice las condiciones sociales mediante el acceso universal, esta vez
acceso universal al derecho del trabajo. Se preguntarán ¿cuál es la relación
del estado con la exponencial industrialización y automatización? ¿cómo puede
intervenir? Bien, está claro que la capacidad productiva actual cuenta con una
infraestructura que rebasa los instrumentos necesarios para la producción de
bienes primarios.
Siendo así, y con el riesgo de
ser tachado como reformista (pero con plena conciencia de la situación actual
respecto a la propiedad y la voluntad popular para su disolución) el estado
debe emplear mecanismos para contener la codicia empresarial que tiene como
método a la proliferación de la sustitución del hombre por procesos
automatizados, ¿cabe dentro del imaginario social la concepción de un estadio
social en el que la planificación cuantitativa de los métodos de producción
masiva vayan acompañados de la demanda laboral? Y así gozar de la apertura de
las grandes alamedas.
3.-
Otro de los sectores que ante la
conciencia obrera aparece como ´ser rastrero´ es el mediano empresario
nacional, sin embargo, ante los embates de las multinacionales se ve obligado a
seguir esta tendencia de subsistencia financiera mediante la implementación de
maquinaria avanzada, este análisis me parece digno porque más allá del ser
monstruoso que parece ante nosotros se ve obligado a implementar dichas
técnicas para no ser avorazado por el imperialismo empresarial que tiene su
forma en las multis, anteriormente mencionadas, que a propósito cuentan con
mayor presencia a medida que pasa el tiempo en nuestro país que únicamente
funciona como un punto más en el mapa de la producción y con el riesgo inminente
de la fuga de capitales, servimos como un paso más en la transición de la
reproducción.
Como conclusión, en mi opinión,
nos hemos sumergido en una inercia de introducción de tecnología industrial desmesurada,
y además haciendo uso y explotación de recursos naturales que tienen como fin
una sobreproducción por encima de las necesidades humanas, el despilfarro, demostrando
esta actitud ruin por parte de la humanidad en la cual se auto asume como
propietario de dichos recursos e ignorando que su papel no es sino uno más
dentro de las especies que constituyen a la naturaleza, así mismo se derivan
problemáticas de distinta índole (llámese social, ambiental, de salud pública,
atentados contra la fauna)sin atender el acceso a los trabajadores que
independientemente de la legitimidad subjetiva que otorguen al trabajo
asalariado difícilmente tienen otra opción que desempeñarse en una de las facetas
de este tipo de trabajo y como consecuencia obtener sus medios de vida y
recreación.
CONTROL OBRERO DE LA PRODUCCIÓN.
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