Llegó Nuño y la mano se alzó en un puño.


La perpetua coyuntura se manifiesta (una vez más) con un nuevo episodio en la actualidad, y es que con la llegada de Aurelio Nuño a la secretaría de educación se ha puesto a su vez en marcha la reforma laboral para los trabajadores de la educación (para no tomarnos la ligereza de nombrarle “reforma educativa”), Nuño pomposamente en su discurso resalta la depuración de un sistema educativo a través del despido de profesores que no han acudido a la tan mencionada evaluación que tiene objetivo reducir la plantilla del cuerpo magisterial, es decir, la reforma que presumen como educativa se trata de una medida de austeridad en el gasto público destinado al sector educativo.
Me parece que con los problemas de rezago que presenta la sociedad mexicana en cuestiones educativas, es buen momento para analizar la capacidad de la plantilla magisterial, preguntas como las siguientes podrían responder para orientar hacia la dirección de las medidas que debe contener una reforma educativa integral; ¿Cuál es el promedio de alumnos atendidos por profesor? ¿Cuál es el poder adquisitivo medio de los trabajadores de la educación? ¿Existen planes estandarizados para la actualización dentro de la planeación de los programas pedagógicos? ¿Los planes pedagógicos atienden asuntos productivos, tecnológicos, de civilidad, humanidades y culturales? (la última pregunta con la finalidad de que el desenvolverse en el ámbito productivo o intelectual sea una elección y no una imposición.
Con esto lo que se trata de vislumbrar es la medida en que sectores sociales ajenos al magisterio pero no a la socialización efectuada por la educación se acerquen al análisis de la compleja situación concebida como propia de todo ciudadano.

La esperanza ha vuelto a asomarse por la ventana, si bien los medios masivos de comunicación dedican un espacio muy limitado a tratar el asunto, o en su defecto se limitan a emitir las posturas de la SEP y a satanizar al magisterio, me parece menester mencionar el apoyo brindado al magisterio por parte de distintos sectores que se reconocen como comunes y vulnerables tras ser objeto de las ignominiosas “reformas estructurales”, en este sentido me parece muy interesante el proceso de articulación de las diversas luchas sociales que intentan dignificar la situación de los sectores que han tomado consciencia de las falencias en que se desenvuelven (llámese sector salud, obreros, estudiantes, trabajadores del campo, etc.) como manera de hacer frente resistiendo a la hegemonía que pretende construir la SEP.

Es cierto que se puede argumentar las malas prácticas de sindicatos como la CNTE, pero eso no es más que resultado de la praxis sindical que históricamente ha tenido lugar en México, país al que el sindicalismo nunca llegó. Sin embargo, la presente situación rebasa los argumentos antisindicales, estamos presenciando un momento en el cual aunque no en todo el territorio nacional, la sociedad civil está tomando partido y está acudiendo a la cita para participar en apoyo a los maestros, así mismos ser participes del cambio de las condiciones sociales existentes. En otras palabras, la presente resistencia hacia la implantación de la reforma educativa rebasa el discurso mediático en que se pretende acuñar dicha lucha a intereses sindicales, sin embargo la sociedad civil le ha dado otra dimensión desde la suma de un gran sector del magisterio y el arropo que han recibido desde distintos sectores de la sociedad sin tratarse meramente de trabajadores de la educación.

La violencia emanada de evidentes ordenes estatales para frenar dicha lucha se nos muestra como la antítesis de una de las principales peticiones del magisterio que pretende establecer un dialogo entre trabajadores y las autoridades, no obstante, las propias autoridades haciendo evidencia de su autoridad se niegan rotundamente a establecer dicho dialogo como forma de protegerse y renunciar a echar abajo la reforma, respondiendo a las manifestaciones con violencia física y atentando contra la integridad de quienes están haciendo valer su voz, lo cual yo interpretaría como una serie de gestos que tienden al fascismo.

Finalmente, si bien en Jalisco la problemática no ha alcanzado los niveles mediáticos como en otra zonas del país, tampoco se muestra ajeno, ya que un grupo de profesor han sido el blanco de las condignas de dicha reforma, inclusive desde hace algunas semanas se encuentran en lucha a las afueras del palacio de gobierno, de esta manera y acorde a la postura presentada dentro de un manifiesto zapatista, destaco su consejo de hacer uso de manera alternativa de conocer la situación y platicar con los afectados, si los medios de comunicación no hablan del tema es precio acercar nuestros oídos a los profesores que ya han sido objeto de las medidas contra el magisterio, y a partir de ello fijar la postura propia hacia una situación que nos atañe a todos como lo es la educación, la educación como cimientos para la búsqueda de un estado de sanidad social.


POR UNA EDUCACIÓN DIGNA PARA TODOS, CONSTRUIDA POR TODOS. 

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